Cómo protegerse de la brujería
Protegerse de la brujería, ha sido una necesidad apremiante desde los albores de la civilización. La brujería con malas intenciones, existe desde hace decenas de miles de años, al contrario de lo que algunas piensan, en el sentido de que es una práctica medioeval.
Si bien es cierto que en la Edad Media fue profuso el despliegue de la brujería, en todas las modalidades habidas y por haber, también es cierto que en África y en ciertas zonas de Asia, ya se le practicaba desde hace unos 25.000 años.
La necesidad de estar, permanentemente, protegido con rituales o consultas periódicas
Para protegerse de la brujería, la mejor opción, indiscutiblemente, es acudir a un experto en ciencias y artes esotéricas ancestrales. Claro está, que algunas veces nos podemos encontrar con “falsos positivos”.
Así, por ejemplo, es posible que la salud se nos haya deteriorado, repentinamente, pero con una explicación médica suficiente y satisfactoria.
De la misma manera, los negocios se pueden caer estrepitosamente, de la noche a la mañana, por motivos financieros suficientes y explicables, como para no tener que considerar que se trata de un ataque psíquico.
Ahora, el hecho de que nuestra pareja nos abandone (porque sí o porque decidió irse detrás de otra persona), no quiere decir que hubo un tercero que le practicó un amarre de amor de brujería negra, por ejemplo.
Sin embargo, existen ciertas circunstancias en las que no es posible obtener una explicación satisfactoria, para situaciones extremas y que nada tienen que ver con el transcurrir normal de la vida diaria.
Tal es el caso, por ejemplo, de la aparición de algunas enfermedades “puestas”, para las que los médicos no encuentran explicación, su origen y, menos, su tratamiento.
Para que sepas que sí es necesario protegerse de la brujería, analiza, no más, aquellos casos de personas brillantes y trabajadoras a las que nada les sale bien. Por más que lo intenten, no salen de un estancamiento inexplicable.
Otro caso de lo más usual, consiste en personas atractivas físicamente, profesionalmente prósperas y que nadie sabe por qué razón “no tiene pareja hace más de cinco años”, por ejemplo.
Cómo protegerse de la brujería malintencionada
Son muchos y variados los métodos que existen para protegernos, unos más efectivos que otros, por supuesto. La oración periódica, invocando al Arcángel Miguel o San Miguel Arcángel, puede resultar bastante efectiva.
Algunos rituales caseros y la adquisición de ciertos amuletos, también pueden resultar beneficiosos. Pero, cuando las cosas empiezan a tomar un rumbo sospechoso, esto es, que las dificultades parecen no terminar nunca, la mejor opción es consultar con un experto.
No es que la oración y los Seres de Luz no sean poderosos. En lo absoluto. Lo que sucede es que, algunas veces, las fuerzas de la oscuridad que te están atacando son tan poderosas y, por sobre todas las cosas, persistentes, que ya es necesaria la intervención de expertos mediante rituales especiales.
O, si no, basta con ver algunas posesiones demoníacas que, efectivamente, sucedieron en la realidad, y que han sido fielmente reproducidas por algunas producciones cinematográficas.
Luego de agotar muchas instancias (incluida la oración), ha sido necesaria la intervención de un sacerdote, o de otro experto, para expulsar al (o los) demonio que se ha apoderado del cuerpo y del alma de alguien.
Algunas (o muchas, quizás) veces, la oración no es suficiente para protegerse de la brujería, aunque es bastante claro que la gran mayoría de expertos (exceptuando, tal vez, a quienes se dedican a la hechicería negra) recomiendan la oración durante el tratamiento de sanación y/o de liberación.
Sin embargo y reiterando conceptos, insistimos en que los ángeles son grandes aliados, en nuestra perpetua lucha contra las fuerzas demoníacas.
Una práctica maravillosa es someterse a una tirada de las Cartas de los Ángeles. Estos espléndidos Seres de Luz, se nos manifiestan a través de este tarot, siempre y cuando los abordemos con fe, respeto y, por sobre todas las cosas, con consultas concretas.
Si les formulamos preguntas muy genéricas o muy ambiguas, los podremos confundir (por más que sean Seres Celestiales) y no nos podrán responder satisfactoriamente.
Ahora, en la Biblia existen algunos Salmos que, si los recitamos periódicamente y con fe (no por el mero hecho de leerlos mecánicamente), nos pueden proteger de hechizos, de conjuros y de encantamientos e, incluso, del tan peligroso mal de ojo.
Tal es el caso de los Salmos 93 y 91, especialmente. Ahora, si todos estos métodos no han sido suficientes para protegerse de la brujería, no dudes en contactarnos que, más temprano que tarde, te sacaremos de esa angustiante situación.